jueves, 10 de noviembre de 2011

Horrible bosses, imbécil pero divertida

Típica comedia de enredo, un tanto histriónica, de argumento chorra... Vamos, una de risa. Una película que nunca hubiera visto. Pero me la recomendaron y anoche nos decojonamos de risa Lurdes y yo viéndola. No es humor inteligente (whatever it means), pero tiene algunos golpes muy graciosos. También hay chistes fáciles, claro. El argumento: tres amigos están muy jodidos en sus trabajos porque los tres tienen jefes que les hacen la vida imposible. Uno tiene un jefe que es un hijo de puta (Kevin Spacey, a quien cada vez se le da mejor hacer de hijo de puta); otro tiene por jefe a un cocainómano pirado, y el tercero trabaja con una dentista ninfómana (y que está para mojar pan) que no hace más que acosarlo (el problema de este, a mi entender, está un poco cogido por los pelos). Como os podéis figurar, deciden matarlos en plan Extraños en un tren, y ahí empieza el lío. Una buena parte del peso de los gags la lleva el de enmedio, el ayudante de la dentista, que es gilipollas (no solo por lo de la dentista). En fin, vosotros mismos. Yo me reí mucho.

2 comentarios:

  1. La tengo bajada y pendiente. Sinceramente espero que no pase lo que a veces: que al actor bueno (en este caso Kevin Spacey) lo meten en el cartel pero casi no aparece en la peli, porqué la veré solo porque sale él.

    ResponderEliminar
  2. Kevin Space tiene un papel relevante, pero hace de malo malísimo. Eso sí, lo borda.

    ResponderEliminar