miércoles, 30 de noviembre de 2011

El castor o como Mad Max se quedo tarao

Esta peli la he visto en el AVE, con un tío al lado al que la empresa le va de puta pena, que hace una barbacoa en Salou este sábado con sus primos y que por cierto, no había comprado los tiradores de la persiana que le dijo su mujer ... es lo que tiene el AVE y el teléfono móvil, que aprendes cosas....
A lo que íbamos la peli esta, pues bueno, es raruna. Esta dirigida por Jodie Foster, que también actúa (que por cierto como se hace eso de dirigirse a uno mismo?, tiene que ser un coñazo). Lo mejor de la peli es que es bastante diferente a lo habitual, el tipo lo tiene todo y aun así es el más pesimista del universo. Se compra un peluche como los del Jose Luis Moreno y se habla a sí mismo, ademas de por la tele y hacerse hiper-famoso. A partir de aquí ya no puedo contar más sin reventaros la peli. Por cierto a Clara, Sara y Capi ya se la he rebentao esta mañana cuando les he explicado que el tipo al final se corta el brazo, sorry no lo volveré a hacer.
Pa los gafapastas: este film nos regala la mejor actuación de Mel Gibson "ever". El melodrama psicopatológico al que nos enfrenta se nutre de recursos infalibles para reflejarnos en el personaje toda aquella opresión natural que cada uno de nosotros padecemos. El final de la pasión, la rutina del desencanto, la aflicción de la edad madura y el contexto de la felicidad obligada, destila tintes de la verdad más absoluta. La interpretación del actor es sublime, si uno es capaz de olvidar sus actuaciones cinematográficas pasadas, y las frases del guión son aplastantes, atravesando la pantalla y taladrando lo más profundo de nuestro inconsciente. No es una película para visualizar cuando uno está deprimido, sin embargo, en un estado de equilibrio emocional, nos puede hacer reflexionar un ratico ;)  Ala ya está.


domingo, 27 de noviembre de 2011

MIchael Clayton (2007)


Otra de George Clooney, sí. Aunque no está mal, me ha parecido un quiero y no puedo. Han querido hacer una peli con personajes complicados y con una trama de estas que enganchan, pero todo se ha quedado en un intento que no ha terminado de cuajar. Salen demasiados personajes que no terminan de definirse y se intuyen unas relaciones muy complicadas entre ellos que yo, en mi ignorancia, no he sabido descifrar (y si lo he hecho entonces se quedan en lo obvio). Me pareció una mala adaptación de un libro, pero para mi sorpresa el guión es original y no adaptado. Si alguna mente pensante cogiese la película y la rematase con un buen libro... tampoco lo compraría, la verdad.

La peli empieza bien: Michael Clayton (George Clooney) trabaja para un bufete de abogados enderezando problemas y casos de clientes importantes (dentro de la pseudolegalidad, eso sí, no os imaginéis a un señor Lobo, más bien a un tipo con muchos contactos). El tipo está mal: debe una pasta a unos tipos chungos y además es adicto al juego. De eso te enteras en los primeros minutos de la peli. Luego empiezan a pasar cosas inconexas que hay que ir enlazando, y que si cuento destrozo la peli, así que me callo. 

Las carencias del guión las suplen los actores. Tom Wilkinson y George Clooney estuvieron nominados, y Tilda Swinton se llevó el oscar a la mejor actriz de reparto (la verdad es que lo borda). Sidnew Pollack está bien aunque no fuera nominado. Además, he visto que también aparece nominada al mejor guión original y mejor dirección. Y es que, como he dicho al principio, la peli no está mal... Recomendada, pero con precaución.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Up in the air (Amor sin escalas, 2009)


En esta peli el trabajo de George Clooney consiste en comunicarle personalmente a los trabajadores de empresas que están haciendo despidos masivos que ya no son necesarios. El hecho de tener que estar viajando continuamente de un lado a otro para despedir a gente puede ser algo incómodo y moralmente conflictivo para otros, pero Clooney lo convierte en su filosofía de vida. De hecho, predica que es mejor "viajar ligero de equipaje" no sólo refiriéndose a la maleta, sino también a la vida personal. Clooney no resulta antipático o triste (cómo podría), sino que aparece como alguien interesante, viajado, a gusto consigo mismo (Clooney, vamos). Una serie de cambios en su vida laboral y personal le hacen replantearse todo... y hasta aquí puedo leer.

Clooney borda el papel, aunque tampoco tiene mucho mérito hacer bien de uno mismo, ¿no? He visto por ahí que la clasifican como drama/romántica... uf, ni lo uno ni lo otro. Es difícil de clasificar, supongo, aunque el título en español diga lo contrario. Es una peli que cuenta una historia y luego puedes pensar sobre ella, o no. A mí personalmente me gustó, sobre todo el final, que es diferente a lo que nos suelen vender. No me importaría volver a verla, la verdad. 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Constantine, un bodrio, lo admito, pero...

La vi hace unos meses con Lucas. A Lucas le gustó (es un niño) y a mí me pareció un bodrio. Pero ayer la volvieron a poner en no sé qué cadena y me enganché otra vez a ella en un zapping (no había nada mejor que ver) y... mira tú, le pillé el chiste. No corráis a bajarosla porque no la recomiendo, pero sí que voy a hacer una defensa de la peli.

Dice Dawkins que lo que más le pone de los nervios del catolicismo es la estética kitsch y la abundancia de detalles que proporciona de todas sus gilipolleces (las jerarquías de ángeles, querubines y la hostia, los niveles del infierno y del cielo, el limbo...). Todo eso aparece en esta película elevado a la enésima potencia. Pero de puro exagerado que es, se vuelve más creíble (en sentido figurado, ¿eh?). Para empezar, esta vez me percaté de que la historia es un cómic (como luego pude confirmar en IMDB): se trata de una saga llamada Hellblazer en la que un detective genuino de cómic, John Constantine, se dedica a cazar demonios que se cuelan en nuestro mundo, tratando de mantener lo que llama "el equilibrio". En la película Constantine (Keanu Reeves) explica que nuestro mundo es una fachada detrás de la cual se oculta el infierno. Así los dos coexisten como en dimensiones paralelas (?). Pero por eso mismo los demonios se cuelan en nuestro mundo y dan por culo (en sentido figurado otra vez), por lo que también hay ángeles que los combaten. Nosotros no los podemos ver, ni a los ángeles ni  a los demonios, pero Constantine los ve desde pequeño. Tanto miedo le daban que al final se suicidó y llegó a estar muerto dos minutos que, como cualquier católico sabe, pasó necesariamente en el infierno, adonde van los suicidas. Cuando volvió a la vida (por reanimación, no como Cristo) estaba condenado, así que decidió combatir a los demonios para ganarse el cielo. Pero Gabriel (el arcángel, que también está de visita en nuestro mundo) le explica que como matar monstruos es algo que hace por egoísmo, no le sirve de nada y sigue condenado. Ese es el leitmotiv de la película, y tanto el guión como la estética son genuinos de cómic.  Por cierto, que parece que también han hecho un videojuego del tema.

La otra cosa de la que me percaté es de que una historia como esta sólo puede haberla escrito un ateo. Y un ateo que además ha sufrido una infancia de bombardeo de mitología católica (un poco como la mayoría de nosotros). Eso dota a la película de un tono pagano no despreciable; de hecho, Constantine comparte elementos con el héroe de la mitología clásica (incluso visita el infierno y regresa, como Hércules); está también la consabida lucha entre el bien y el mal, y además los personajes mitológicos (Gabriel, Lucifer, etc.) se comportan como los dioses caprichosos, mezquinos y a veces torpes de las mitologías clásicas. No sólo se inmiscuyen en la vida de los humanos, sino que hacen pactos con ellos e incluso en ocasiones son engañados, como le ocurría a Zeus, que era famoso por no leer la letra pequeña de los contratos y luego se pillaba un rebote cuando se percataba del engaño (ya que, al parecer, un dios no puede desdecirse una vez que ha dado su palabra, otra característica que comparten los personajes de la película). Pero lo que me parece sublime es la teología McGiver que rezuma la película. Un ejemplo: en una ocasión Constantine se pelea con un demonio porque quiere que le revele los planes de su "jefe" (en la pelea, no os lo perdáis, utiliza un puño americano con cruces en los nudillos, lo que hace mucha pupita al demonio); pues bien, cuando lo tiene acogotado en una mesa, saca una biblia y le empieza a dar la extremaunción (le explica al demonio que le va a absolver de sus pecados para que se vaya al cielo, donde van a hacer unas risas con él); el demonio se acojona y acaba hablando, así que no termina de dársela, pero cuando ya se va se permite explicarle que la extremaunción no habría valido una mierda porque no había arrepentimiento, y (como todos los que hemos estudiado el Catecismo sabemos) sin arrepentimiento no hay perdón. Qué, ¿mola o no mola?

Y por encima de todo es una peli de acción. Se comprende que a Lucas le gustara a la primera, y eso que no entiende nada de toda la parafernalia teosófica que hay detrás. A duras penas sabe algo del cielo y el infierno (pero no mucho). En fin, lo dicho, un bodrio, pero un bodrio simpático.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Bella Martha, una comedia alemana (¿os lo podéis creer?)

Una noche hace ya tiempo, zappeando entre vendedores gordonchos de cuchillos para cortar tornillos (o eso parece), pitonisas que hablan como Maradona cuando está encocado hasta las cejas y guarras que te invitan a llamarlas a nosecuántos euros el minuto, tropecé con esta película, que estaba empezando. Y con el escepticismo lógico al ver los títulos de crédito en alemán me dispuse "a ver de qué iba". Y hete aquí que me llevé una muy agradable sopresa. No sólo la película está bien (es una comedia, alemana, pero comedia), sino que la actriz es buenísima (no digo ESTÁ, aunque tiene su atractivo la chica, digo ES). La historia es más o menos como sigue. Martha es la mejor chef de Alemania (ya, ya... bueno, digamos una gran chef) y sabe que lo es. Es una perfeccionista y vive para la cocina. Como perfeccionista, no admite críticas de indocumentados, y llega incluso a discutir con clientes que le cuestionan algunos platos, lo que irrita a su jefa, la dueña del restaurante. Su vida está totalmente bajo control; no vive con nadie, no sale nunca, no tiene amigos y sólo se dedica a su trabajo. Aparentemente es feliz. Pero un día vienen a visitarla su hermana y su sobrina, pero tienen un accidente de tráfico y la hermana muere, dejando huérfana a su sobrina (que no sabe de su padre más que es italiano). A la vez, cuando sale del hospital y vuelve al restaurante, descubre que la jefa a contratado a un gran chef italiano para sustituir a una pinche que está preñada a punto de parir. De pronto se ve con una hija postiza y un rival en su cocina y su ordenado mundo se sume en el caos. Esto que os he contado son cinco minutos de película, así que no os he reventado nada.

La historia es bastante predecible, pero eso da igual. Lo que es relevante en esta película es su personaje. Y lo borda. Es una mujer que muestra una tremenda pasión contenida, que apenas exterioriza más que en leves gestos que te dan las claves de lo que pasa por su cabeza. A la vez la comida tiene una enorme presencia en la película, algo así como en Comer, beber, amar (Eat, drink, man, woman). La primera y la última secuencias tratan de comida; se habla de platos aquí y allá, en momentos dramáticos; la única forma en que ella sabe expresarse es por la comida, y eso le crea importantes problemas afectivos. El italiano es el catalizador de la relación con su sobrina y a la vez el que manda su orden teutónico al carajo. La dirección es muy buena, el ritmo perfecto, y hasta la música tiene una presencia muy discreta y muy poco intrusiva.

Como digo, la actriz es brillante. Hay muy pocos actores capaces de expresar emociones con tanta sutileza. En la forma de actuar me recuerda un poco a Ana Fernández, de Solas. Hace poco, en otro zapping por la tele, descubrí que Hollywood había perpetrado un remake de esta película, con la Zeta-Jones de prota. Ya sabéis, esas cosas que hace Hollywood para que su público no quede perturbado por el descubrimiendo de que fuera del mapamundi de los USA hay vida, y además... ¡no hablan inglés! Es la forma más bestia de hacer un doblaje: no sólo doblan la voz, doblan los actores, los exteriores, el guión y hasta la música. Bien, pues me bastaron dos minutos para comprobar que la Zeta no le llega a la altura de la suela de los zapatos. Más que una gran chef parecía una verdulera de barrio. Y entonces me entraron ganas de volver a ver esta peli (para borrarme la pésima imagen de la Jones discutiendo en plan arrabalera con un cliente) y el domingo la volví a ver y comprobé que en el segundo visionado mejora. Como le pasa a las buenas películas.

After hours (¡Jo, qué noche!, toma ya traducción libre)

Con esta peli Scorsese se marca una ochentera comedia almodovariana ambientada en Manhattan. Un tipo conoce a una chica en una cafetería a las 11 de la noche y, tras un breve intercambio de opiniones sobre Henry Miller, esta le da su teléfono. Al llegar a su casa él la llama y ella le pide que vaya a visitarla a su apartamento del Soho esa misma noche. Seguro de mojar esa noche no se lo piensa dos veces y se encamina al Soho. A partir de ese momento la noche empieza a torcerse cada vez más según va topándose con la fauna nocturna neoyorquina, hasta acabar viviendo una auténtica odisea para volver a su casa.

Curiosa, para ser de Scorsese, y quizá entretenida, pero nada para tirar cohetes.

The pianist

Película de Polanski con Palma de Oro en Cannes. El exterminio judio revisitado una vez más, aunque esta vez se trata de una historia de supervivencia en condiciones cada vez más difíciles. La película cuenta cómo sobrevivió el pianista polaco Szpilman (al parecer, una persona real, no un personaje) a la ocupación nazi de Varsovia, al ghetto, a la deportación a los campos de concentración y a la destrucción de la ciudad, hasta ser salvado por las tropas rusas. Una película correcta, bien dirigida e interpretada, pero de un tema demasiado sobado en el cine. Es muy difícil añadir algo nuevo después de La lista de Schindler. Para mi gusto, prescindible.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Revolutionary Road, impresionante actuación de la Winslet

¡Esta tía es una actriz de raza! Impresionante actuación. Sostiene toda la película. DiCaprio, que no es santo de mi devoción, tampoco lo hace mal. La peli es un dramón. Una pareja con grandes sueños de juventud ve como su vida acaba siendo anodina y canónica, como la de cualquiera. Eso empieza a afectar a su relación. De pronto un día ella lo convence a él para abandonarlo todo, agarrar el petate e irse a vivir una nueva vida a tomar por culo de todo: en París. Y cuando ya tienen todo el plan montado las cosas empiezan a torcerse.

Por cierto, cojonudo el papel del loco. Sale muy poco tiempo, pero cada vez que sale cambia el rumbo de la historia. Un gran personaje.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Horrible bosses, imbécil pero divertida

Típica comedia de enredo, un tanto histriónica, de argumento chorra... Vamos, una de risa. Una película que nunca hubiera visto. Pero me la recomendaron y anoche nos decojonamos de risa Lurdes y yo viéndola. No es humor inteligente (whatever it means), pero tiene algunos golpes muy graciosos. También hay chistes fáciles, claro. El argumento: tres amigos están muy jodidos en sus trabajos porque los tres tienen jefes que les hacen la vida imposible. Uno tiene un jefe que es un hijo de puta (Kevin Spacey, a quien cada vez se le da mejor hacer de hijo de puta); otro tiene por jefe a un cocainómano pirado, y el tercero trabaja con una dentista ninfómana (y que está para mojar pan) que no hace más que acosarlo (el problema de este, a mi entender, está un poco cogido por los pelos). Como os podéis figurar, deciden matarlos en plan Extraños en un tren, y ahí empieza el lío. Una buena parte del peso de los gags la lleva el de enmedio, el ayudante de la dentista, que es gilipollas (no solo por lo de la dentista). En fin, vosotros mismos. Yo me reí mucho.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Two hands, una de gansters cutres

Ayer me descojoné viendo esta película. Con un poco más de ritmo sería comparable a Snatchs. No tengo ni idea de quién me recomendó esta película ni a santo de qué, pero la tenía en el disco duro desde hace tiempo. No la había visto porque estaban desfasados los subtítulos. Ayer me animé, los medio arreglé y nos pusimos a verla. No sabía de qué iba y la peli empieza con una escena muy dura, así que supuse que iba de mafias chungas. Pero la cosa empieza a tener un tufillo WTF. Cuando acabó me había partido la caja. Tiene momentos delirantes. Si no la habéis visto no sé qué estáis esperando.

The road: que se me comen al niño!!!!

Esta película NO os la recomiendo. Estaba en la Cuesta de Moyano y me he acordado de ella. El libro SI que vale la pena, pero la peli no esta a la altura del libro. El Mortensen no tiene credibilidad, el niño tampoco y la familia del final ... ni para un anuncio. En fin que si os la ahorráis mejor que mejor.

sábado, 5 de noviembre de 2011

The reader, otra de la Winslet

Acabo de ver esta peli, por recomendación de Yuri (un riesgo, porque me ha recomendado cada truño...), y me ha gustado. Es del director de Las horas, y está basada en una novela alemana. Un chavalito de 15 años se enrolla con una señora de treintaitantos en la Alemania occidental de finales de los '50. Es una relación extraña, como os podéis figurar, y una de sus peculiaridades es que a ella le gusta que el chico le lea libros antes de follar. No sigo contando porque no os quiero reventar nada, pero sí os diré que la historia gira en torno a la mayor obsesión de los alemanes: el complejo de culpa por el exterminio judío. Es una buena historia y la Winslet borda el papel. Parece mentira que esta tía fuera la protagonista de Titanic.

Vampiros en la Habana, una peli de culto

¿Podéis citar cinco películas cubanas de antes de los 90? Por eso esta es doblemente sorprendente: porque es de 1985 y porque es de animación. Y para mi gusto la mejor película de animación de la historia (¡hala!). 

El argumento es delirante. En 1870 los vampiros se agrupan en dos bandas: la de Chicago (la "Capa Nostra"), dirigida por Johnny Terrori, y la de Düsseldorf (el  "Grupo Vampiro"), al mando del legendario Conde Drácula. Uno de los hijos de éste, el científico Werner Amadeus Von Drácula, cree haber encontrado una fórmula que permite a los vampiros resistir la luz solar y se la da a probar a su padre. Pero la fórmula no funciona y Drácula se convierte en un chicharrón. Avergonzado y vilipendiado Von Drácula se oculta en Cuba con su sobrino, Joseph Amadeus Von Drácula (que a partir de ahora se llamará Pepito), y allí sigue investigando en su fórmula. Experimentando con su sobrino al fin la consigue en 1933. Von Drácula quiere distribuirla gratuitamente entre la comunidad vampírica, pero el Grupo Vampiro quiere apoderarse de ella para comercializarla con el nombre de "Vampisol", mientras que la Capa Nostra quiere destruirla porque tiene el monopolio de las playas subterráneas para vampiros. Mientras tanto, en Cuba, Joseph, ignorante de su origen y bajo el nombre de "Pepito", lucha contra Gerardo Machado con una banda de colegas revolucionarios. El sarao que se monta os lo podéis imaginar. ¿Que por qué Cuba? Pues porque la fórmula necesita grandes dosis de piña colada (!!).

¿Mola eh? La peli es muy divertida, tiene momentos míticos y, como toda peli de culto, es generadora de "frases útiles". Puede ser difícil de conseguir, pero yo la tengo, por si alguien la quiere ver.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Do the right thing, como el rosario de la aurora...

Leyendo la crítica que acaba de poner Susanna en La Cuesta de Moyano me he acordado de esta película y me han entrado ganas de comentarla. Es la opera prima de Spike Lee, y para mí la mejor. De hecho es un peliculón. Es el día de más calor del verano en Brooklin, en una calle donde cohabitan, más que conviven, negros e italianos. El centro neurálgico es una pizzería que regenta Sal (Danny Aiello) y en la que trabaja con sus dos hijos vendiendo pizzas sobre todo a clientela negrata. La tensión racial se masca en el ambiente. La convivencia es muy frágil. Se insultan, se amenazan, se desprecian... mientras se compran y venden las pizzas. El retrato "costumbrista" es magnífico. Y tiene el toque de cinismo tarantinesco que hace que la violencia rezume humor. Pero el mal rollo y el calor hacen estragos y de repente una chispa enciende la tragedia. El final de la película es una apoteosis de violencia. Cuando ves los créditos reflexionas acerca de lo innecesario que era todo. Cojonuda. Supongo que ya la habréis visto, pero si por casualidad alguien no lo ha hecho, se la recomiendo encarecidamente. A mí me han entrado ganas de volver a verla.

martes, 1 de noviembre de 2011

Seppuku (Hara-kiri en la traducción, aunque no es lo mismo)

La paz en Japón durante el siglo XVII dejó en el paro a un montón de samuráis, que vagaban sin saber muy bien a qué dedicar su vida. Algunos se hicieron agricultores, pero la mayoría, que no sabían hacer nada más que pelear, tenían que vivir de lo que fuera. Eran los ronin. Muchos utilizaban la técnica de aparecer por la casa de un señor solicitando permiso para hacerse el hara kiri ceremonial, conocido como seppuku, y así dejar de llevar una vida perra. Para quitarse el marrón de encima, el señor o bien les daba trabajo o bien les daba algo de dinero y les pedía que fueran a otra casa a ponerlo todo perdido de sangre. Uno de estos ronin llega a la casa de un señor feudal con esta embajada, pero el señor, harto de estos ronin, decide aceptar la oferta, cosa que se ve que no entraba en los planes del individuo. Para más inri, éste ya no tiene espada y lleva una de bambú para no ir desconjuntado, pero que no corta ni el agua. Y hete aquí que le obligan a hacerse el hara kiri con la espada de bambú.

En estas otro antiguo samurái aparece por la misma casa con igual pretensión, pero este, a quien también se le acepta la oferta, pone algunas condiciones, entre ellas, que escuchen su historia. Y resulta que en el relato se descubre que el ronin a quien obligaron a matarse con el bambú era su yerno, y lo que iba a ser una ceremonia de seppuku se convierte en una venganza y una ensalada de sangre en blanco y negro.

Si digo que esta es la mejor película japonesa que he visto me quedo corto: es una puta obra maestra. Con su ritmo lento y su narración en imágenes, esta película es cine en estado puro, más cerca de Kubrick que de ningún otro director occidental. Para mí supera al maestro Kurosawa. Si la vais a ver (cosa que deberíais hacer sin dudarlo) elegid un buen momento: sin prisas, de tranqui.  Hay que meterse en el ritmo de la peli y absorber sus más de dos horas de imágenes. ¡Y no parpadeéis hacia el final u os perderéis los sablazos!

Stalag 17 (Traidor en el infierno; habría que dar un premio a los traductores imaginativos)

Otro peliculón (serio) de Billy Wilder, y una de mis bélicas favoritas. Admito que me trae recuerdos de la infancia (como Objetivo Birmania, otro de mis clásicos bélicos), pero aún así. William Holden comparte barracón (el stalag 17) con otros prisioneros en un campo de concentración alemán (IIWW). Es un tipo que negocia con todo y saca partido de todo. Lo pintan como alguien capaz de vender a su madre, y claro, concita el odio de todo el mundo. De pronto se descubre que hay un traidor en el barracón y, como no, todos sospechan de él. No leo más. Factura teatral con intriga. Tipos duros. Un clásico. Muy recomendable si no la conocéis ya.